Los barrios de Guèliz e Hivernage son la parte moderna de Marrakech. Su arteria principal, la Avenida Mohamed V, alberga modernos cafés con terrazas y exclusivos comercios, conservando algunas de las más bellas casas coloniales.
Durante el protectorado francés se acometieron planes de reestructuración urbanística de las principales ciudades de Marruecos. En Marrakech se construyó un barrio nuevo fuera de la medina para los europeos, que venían a instalarse: El Guèliz, también conocido como el barrio europeo.
En un principio se constituyó como zona residencial, en la actualidad es un activo núcleo comercial y de negocios en el que exponen sus escaparates las más prestigiosas firmas internacionales y se ubican los modernos hoteles, bancos, restaurantes, cafés y discotecas de estilo europeo.
La Avenida Mohammed V, con 3 km. de extensión, se convierte en un gran bulevar que conecta con la medina hasta llegar a la mezquita de la Koutoubia. Las calles del Marrakech moderno parten de Mohamed V, deteniéndose en la Place de la Liberté y la Place 16 de Novembre. Frente a la Place 16 de Novembre, se encuentra la oficina principal de correos, en uno de los pocos edificios que quedan de los tiempos del protectorado francés. Al otro lado de la plaza, el señorial Marrakech Plaza, un gran centro comercial con tiendas de renombre internacional.
Al sur de la Ciudad Nueva, se extiende la zona más recientemente urbanizada de Marrakech: Hivernage, limitando con el Guèliz al sur de la Avenida Hassan II. Su arteria principal es la Avenida Mohamed VI, un bulevar arbolado a lo largo de sus 5km; hoteles de lujo, hermosas villas y parques. A mitad de camino entre el aeropuerto y la medina, en su entorno se ubica el Teatro Real, con su gran cúpula, el Palacio de Congresos y al noroeste, el entrañable Jardin Majorelle.
El Palacio de Congresos de Marrakech, con su imponente fachada tradicional, dispone de las instalaciones más avanzadas para congresos, convenciones y conciertos, con una capacidad total de 2.500 plazas y un espacio de expositivo de 1500m2.
El Teatro Real, construido a finales del siglo XX, fue diseñado por el arquitecto Charles Boccara, especialista en proyectos de gran envergadura que aúnan tradición y modernidad. En el edificio se combinan arcadas de ladrillos, mármoles y tadelakt, recubrimiento típico de la zona, a base de piedra calcárea que dota a la construcción de brillo e impermeabilidad.
Con amplios espacios para exposiciones, destaca sobre todo, su anfiteatro, a modo de teatro romano, utilizable tanto en verano, a cielo raso; como en invierno, ya que está dotado de cubierta, pudiendo albergar hasta 1200 personas. Obras de teatro, desfiles de moda, proyecciones de cine… se dan cita en este magnífico edificio, de acceso gratuito, a cuya inauguración asistieron los Reyes de España.