Johannesburgo
La ciudad del Johannesburgo, con más de siete millones de habitantes, es el punto principal de entrada o salida de Sudáfrica; una moderna metrópoli, llena de vitalidad y cosmopolita, ofrece soberbios hoteles y restaurantes, maravillosos campos de Golf, jardines botánicos y parques salpicados entre rascacielos, barrios populares y zonas residenciales. Se encuentra en la provincia de Gauteng –oro en lengua Soto-, la más pequeña y poblada del país, pero el catalizador económico, comercial y financiero de Sudáfrica.
Tras el descubrimiento de oro en las colinas Witwatersrand, en 1886, se fundó en la zona la ciudad de Johannesburgo, que tan sólo en un año de existencia alcanzó ya los 100.000 habitantes, atraídos por el próspero comercio de oro y diamantes de la zona, muy rica en minerales.
Situada en la planicie del este de Sudáfrica, a 1.775 metros sobre el nivel del mar, el área circundante ha estado habitada por millones de años. A 25km hacia el noroeste, se encuentran las Cuevas de Sterkfontein, denominadas cuna de la humanidad, por sus hallazgos de los restos de homínidos más antiguos, y declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1999.
Johannesburgo está dividida en suburbios, siendo los del norte y noroeste de la ciudad los que concentran las zonas comerciales más exclusivas, las áreas residenciales, los mejores hoteles y restaurantes… en barrios como Sandton, Randburg o Houghton. En el sur de la ciudad, el centro neurálgico es Soweto, un área mayoritariamente de población de raza negra, creada durante el régimen del apartheid, para acoger a la población africana, que vivía en zonas que el gobierno había designado para el asentamiento de raza blanca. Actualmente, Soweto está entre las partes más pobres de Johannesburgo.
La ciudad cuenta con espacios museísticos, entre los que destacan el museo de pintura figurativa Art Gallery de Johannesburgo, el Museo África, que refleja la historia de Sudáfrica y de la propia ciudad, el Museo Mandela, ubicado en el antiguo hogar del presidente, en Soweto. El Market Theatre, centro de la creación teatral de vanguardia en Sudáfrica. Una de las mayores atracciones de Johannesburgo es el parque temático de Gold Reef City, situado en una antigua mina de oro, para recrear la auténtica atmósfera de los descubrimientos minerales de Witwatersrand en el siglo XIX. En Gold Reef City se puede bajar hasta 200m de profundidad para observar desde el proceso de extracción del oro, su fundición y vertido en barriles hasta la acuñación de moneda. Un verdadero viaje hacia el pasado, que integra además divertidos paseos por el agua y montañas rusas, el Museo del Apartheid y un magnífico auditorio.
Ciudad del Cabo
Ciudad del Cabo es la ciudad más antigua de Sudáfrica y en la actualidad, considerada una de las más bellas del mundo, por su conjunto geográfico junto al mar, en desafiante armonía con la imponente Montaña de la Mesa y Punta del Cabo. Una de las más hermosas también por su arquitectura moderna, salpicada de edificios victorianos y eduardianos, que han sido conservados meticulosamente; y por doquier, ejemplos sobresalientes del estilo arquitectónico holandés del Cabo. Calles adoquinadas, mezquitas y casas de techos planos, reflejan el carácter cosmopolita, en contraste con el rehabilitado casco histórico Victoria & Alfred Waterfront, que evoca el pasado naviero del siglo XIX.
Famosa también por su puerto y su flora, es la segunda ciudad más poblada de Sudáfrica, después de Johannesburgo, con casi tres millones de habitantes. El centro geográfico de la ciudad está situado en el extremo norte de la Península del Cabo, en cuya parte más septentrional, se eleva la Montaña de la Mesa, una meseta de cima plana, rodeada por riscos escarpados y las crestas montañosas Pico del Diablo y Cabeza de León. A veces se forma una franja delgada de nubes sobre la montaña y debido a su apariencia se le llama el “mantel de la mesa”. Existen más de 70 picos sobre los 300 metros de la montaña, dentro de los límites oficiales de la ciudad.
Las flores silvestres de Kirstenbosch
En la ladera oriental de la Montaña de la Mesa, se halla el Jardín Botánico de Kirstenbosch, uno de los jardines botánicos más importantes del mundo, concebido como el primero dedicado específicamente al cultivo de plantas endémicas, que en su caso, crecen de forma natural en la región de El Cabo; la mayor parte de esta vegetación posee maravillosas flores silvestres, que solo se encuentran en este lugar de La Tierra.
La Península del Cabo
La Península del Cabo forma una paradisíaca escena natural de fértiles valles, riquísima flora autóctona –sexto reino floral del mundo- y más de 100 playas a lo largo de kilómetros y kilómetros de arena blanca resplandeciente. La Reserva Natural del Cabo de Buena Esperanza es su máximo exponente. Constituyendo uno de los principales atractivos turísticos de Sudáfrica junto con la reserva de caza del Parque Kruger. A lo largo de su extensión se encuentran también pintorescos lugares como Villa de Hout Bay, cabecera de la flota pesquera del langostino, la isla de las Focas, Playa de Boulders con cientos de pingüinos, Simon´s Town, Cuartel General de la Marina y Villa del Kalk Bay con sus embarcaciones multicolores en False Bay.
La Ruta de Los Viñedos
Los valles Stellenbosch, Paarl y Franschhoek forman la Ruta del Vino en la provincia del Cabo, la región vitivinícola más grande de Sudáfrica. Con una producción de aproximadamente 1.000.000.000 de litros de vino al año, la ruta discurre por frondosos bosques y huertos que albergan los viñedos más cotizados del continente, mundialmente conocidos por su excelente calidad.
Pretoria
Pretoria, capital de Sudáfrica, es la tercera ciudad del país con algo más de 1.700.000 habitantes. Situada a unos 50 kilómetros al norte de Johannesburgo, en la provincia de Gauteng, está emplazada en un fértil valle, junto a las colinas de Magaliesberg. Como capital administrativa de Sudáfrica, se ha convertido desde su nombramiento en mayo de 1860, en un importante centro económico, industrial, educativo y por supuesto, político, que cuenta con numerosos edificios públicos de envergadura, albergando más embajadas extranjeras que Washington D.C.
También llamada “la ciudad del Jacarandá” por la gran cantidad de estos árboles que puebla sus calles, dotándola de un especial atractivo, que alcanza su máximo esplendor de octubre a noviembre, cuando los jacarandás se abren en flor, tiñendo de morado las calles de la ciudad.
Pretoria es una ciudad de corte tranquilo, en la que se puede disfrutar de una intensa vida cultural, contando con numerosos museos, monumentos, lugares históricos y jardines. Entre ellos, son de obligada mención el Museo de Arte, con una interesante colección de arte sudafricano, el Transvaal Museo, dedicado a la historia natural del país, el Museo de la Cultura, en el que se exponen artefactos testimoniales de los dos millones de años de historia sudafricana, Melrose House, en donde se firmó la paz entre Británicos y Bóers en 1902, la estatua de Paul Kruger, símbolo de la ciudad y epicentro de los edificios gubernamentales, Church Square, en pleno casco histórico y el Teatro Nacional, que ofrece una gran variedad de espectáculos, desde ballet hasta producciones infantiles.
El Museo de la Policía Surafricana, el Museo Voortrekker, la Universidad de Pretoria, el suntuoso barrio de Brooklyn, y las cabañas antiguas de Oeverzicht, son también ejemplos de la vida histórica de la ciudad, cuyo recorrido permite admirar bellas muestras arquitectónicas como el antiguo Parlamento, de estilo neorrenacentista, el Netherlands Bank, el Palacio de la Justicia o el Café Riche, de la escuela de Art Nouveau.